La fatiga de un conductor de camiones puede tener consecuencias muy peligrosas, ya que causa un 13% de los accidentes en carreteras al estar en estas circunstancias. Es por eso que legalmente existe un límite de horas de servicio para las empresas transportistas, el cual generalmente es de 11 horas.
Si usted fue víctima de un choque causado por fatiga de un camionero, podría tener la oportunidad de poder reclamar una compensación. Todo es cuestión de asesorarse lo más pronto posible para conocer sus opciones, además de recuperar evidencia a la brevedad posible.
ELD: su mejor aliado
La tecnología ha ayudado a generar una mayor precisión en las bitácoras. De los folios en papel se ha evolucionado al uso de Dispositivos de Registro Electrónico (ELDs, por sus siglas en inglés). Estos ofrecen una fuente importante de evidencia, ya que rastrean con exactitud las horas de servicio, conducción y descanso.
Un abogado con amplia experiencia en accidentes de camión puede emitir una orden de preservación inmediata para conservar esta evidencia. También puede evitar que la empresa transportista modifique o elimine los datos del ELD.
Una vez que la orden proceda, el abogado puede analizar esos datos y compararlos con los límites legales de las reglas de horas de servicio. Una violación de estas reglas es, por sí sola, prueba de negligencia bajo la ley de Texas.
¿Qué pasa si las horas de manejo no fueron respetadas?
Si el ELD demuestra que el conductor excedió el límite de las 11 horas o no descansó lo suficiente, puede que la empresa transportista sea considerada responsable de la lesión que usted sufrió en el choque. Sin embargo, en estos casos se consideran otros factores más complejos, y las empresas transportistas harán todo lo posible por mostrar que no fueron responsables.
Cuando una lesión amenaza su bienestar, es importante conocer las regulaciones federales para defender su caso. Esto es parte de lo que un abogado con experiencia en accidentes de camión puede brindarle para apoyarle desde saber si usted tiene un caso y, de ser así, guiarle a través del proceso legal, y preparar los argumentos necesarios para probar la negligencia de las partes correspondientes.
